La Difunta Correa es una figura mítica y popular del Norte Argentino, especialmente entre las clases mas humildes entre las cuales cuenta con una gran devoción.
Se ha extendido, de manera limitada, a países vecinos como Uruguay.
Cada año desde su muerte entre 1835 y 1850 se amplió la fe en ésta madre de un recién nacido que persiguiendo a su amado que había partido a las guerras civiles y escapando de un policia que la acosaba perdida en el desierto del Vallecito y siendo con sus pechos la salvadora de su bebé allí muere.
Esa tragedia se transformó acrecentando esa circunstancia en un acto de amor.
Se dice que ocurren milagros en el santuario de la Difunta Correa, y miles de personas lo visitan cada año para presentar sus respetos.
El santuario está ubicado en el pequeño pueblo del Vallecito, en la provincia de San Juan, a 1160 km de Buenos Aires y a 63 km de la ciudad de San Juan.
Aunque la fe católica no la reconoce entre sus santos varios han sido los milagros que está a generado.
Aunque con el tiempo a decrecido la fe en ella aún año a año cientos de miles se congregan para adorarla.