El trágico y lamentable hecho sucedido anoche en la costanera de Rosario despertó una serie de debates sobre quienes y como conducen en nuestro país. Uno de los debates estuvo focalizado en los que adulteran sus patentes para no ser detectados por los radares. Cosa muy común y poco objetado por el personal de tránsito.
En Brasil no sucede eso de limar los números o modificar las letras y por ende la avivada tuvo el efecto contrario para aquellos qué acostumbran a cometer excesos y se les ocurrió viajar con sus patentes tuneadas.
La Policía Rodoviaria Federal (PRF) de Brasil detectó un aumento en la cantidad de turistas argentinos que intentan evitar multas por exceso de velocidad en las rutas del país, alterando o tapando las patentes de sus vehículos para evadir los radares, una práctica que ha resultado muy costosa para muchos.
Esta situación se ha vuelto más frecuente en las vías que llevan a las populares playas de Santa Catarina y Rio Grande do Sul, y las autoridades han intensificado los controles dada la “avivada” argentina en rutas brasileñas
Los infractores son obligados a subsanar la adulteración para evitar la retención del vehículo y su traslado a un depósito. Además de esto, las multas por exceso de velocidad son muy altas en Brasil, comenzando en 880 reales (unos 175.000 pesos argentinos).
Las velocidades máximas permitidas son de 100 km/h en vías de un carril por lado y de 110 km/h en autovías. En 2024, la PRF multó a 997 conductores extranjeros por circular con placas ilegibles, siendo la mayoría de ellos argentinos.
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