La ruptura entre el gobernador y el ex ministro se trasladó al Concejo de Santa Fe, donde Perotti quedó con dos concejales de diecisiete.
La pelea entre Agustín Rossi y Omar Perotti se trasladó a la ciudad de Santa Fe donde el concejal que responde al ex ministro de Defensa, Federico Fulini, rompió el bloque peronista y conformó su propio espacio luego que el gobernador expulsara del gabinete a los funcionarios rossistas.
Si bien, en la capital santafesina el peronismo cuenta con apenas tres bancas de las 17 que conforman el Concejo Deliberante, la ruptura dejó al descubierto el estado de cosas en el Frente de Todos: “Es una decisión personal para generar reflexión, sin unidad no hay 2023”, dijo Fulini a LPO
La decisión agrava la interna del peronismo santafesino que una vez superadas las primarias en las que Perotti derrotó a la lista de Rossi, lejos de calmarse escaló. Con un agravante: el presidente Alberto Fernández confirmó lo que era un secreto a voces en Santa Fe, su preferencia por Rossi, a quien acaba de premiar impulsando el nombramiento de un hombre de su sector, Germán Martínez, nada menos que al frente del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos, en reemplazo de Máximo Kirchner.
La ruptura de Fulini es una respuesta a la reciente decisión de Perotti de echar a todos los funcionarios que le quedaban a Rossi en el gabinete santafesino. “Perotti encabeza un gobierno en el siglo XXI, que gobierna como en el siglo XX y comunica como en el siglo XIX”, describió el concejal para explicar los motivos de su distanciamiento del gobernador.
En declaraciones previas a LPO, el propio Rossi había calificado de “decepcionante” la gestión de Perotti. Fulini se sumó a ese diagnóstico y advirtió que de mantener su postura, el gobernador va a “dinamitar las posibilidades del peronismo”.
En el entorno de Perotti naturalizaron el despido de los funcionarios que respondían a Rossi, como parte d elas reglas de juego básicas de la política. “Si enfrentaste al gobernador en las primarias y perdiste, sabías que algún vuelto iba a haber”, señalaron.
El problema es que si se divide, el peronismo corre el riesgo de agravar una situación electoral ya muy delicada. Le pasó a nivel provincial, pero también en la ciudad de Santa Fe.
En las primarias para concejales de la capital provincial la lista que encabezó Jorgelina Mudallel -la candidata de Perotti- se impuso por una diferencia muy amplia a la boleta de Alejandro “Fratacho” Rossi, nada menos que el hermano del ex ministro, que quedó así afuera de las generales.
Pero en la general, Mudallel quedó en un lejano tercer lugar por debajo de Juntos por el Cambio y el Frente Progresista y apenas le alcanzó para retener tres bancas. Con el alejamiento de Fulini, el bloque que responde al oficialismo Perotti quedará integrado por Mudallel y Juan José Saleme, cercano a la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que por integrar el sector del senador Traferri está enfrentada al gobernador.
El resto de las bancas, se reparten entre el Frente Progresista que responden al intendente Emilio Jatón con seis concejales y Juntos por el Cambio con cinco, mientras que Juan José Piedrabuena, el cantante de cumbia que participó de la boda narco que terminó en la masacre de una familia, mantuvo su monobloque y la posibilidad de formalizar una alianza con el peronismo se desvaneció luego de su escandalosa actuación en el casamiento.
La situación es tan delicada, que el presidente del PJ santafesino, Ricardo Olivera, bautizó “la heroica”, a su nuevo intento por lograr la unidad del partido. “El objetivo es empezar a recrear la mesa política que nos permitió ganar la provincia en 2019”, anticipó, un pedido que en el sector de Rossi fue bien recibido, pero que advirtieron debe traducirse en “cambios concretos”.
Fuente: La Política Online
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