Emilio Rosatti fue hallado con una graduación de 2,24. La agencia vial santafesina aclaró que como no había grúas lo escoltaron hasta su casa
El procedimiento por el cual el funcionario de la Justicia federal santafesina Emilio Rosatti, hijo del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, dio alcoholemia positiva, se convirtió en la comidilla en medios oficiales santafesinos y tuvo tal efecto mediático que se viralizó y convirtió en noticia nacional.
Primero, por la gravedad del estado en que conducía (2,24 gramos de alcohol en sangre); segundo, porque el funcionario en cuestión concursó nada menos que para ser juez federal y, además, porque su auto no fue remitido al corralón, sino que lo escoltaron hasta su domicilio. Sin embargo, y respecto a este último aspecto, fuentes oficiales aclararon que estos procedimientos son de rutina cuando no hay grúas disponibles para el traslado.
Rosatti fue interceptado la madrugada del sábado cuando circulaba por el kilómetro 4,8 de la ruta Nº 1 en su automóvil sedan. Los efectivos le hicieron el test de alcoholemia, que dio como resultado 2,24 gramos de alcohol en sangre, una cantidad considerada más que excesiva (teniendo en cuenta que a partir de 0,8 se considera en estado de ebriedad).
Emilio Rosatti fue hallado con una graduación de 2,24. La agencia vial santafesina aclaró que como no había grúas lo escoltaron hasta su casa
Ebriedad. Al funcionario judicial le dio 2,24 gramos por litro de alcohol en sangre.
Al funcionario judicial se le labró un acta de infracción y se le retuvo el carné de conducir, pero contrariamente a lo que suele ocurrir en otros procedimientos, no se le secuestró el vehículo.
En ese punto de la ruta 1 se realizaron 12 test de alcoholemia, de los cuales seis dieron positivos. El de Rosatti resultó el más alto de la madrugada y el único sancionable. Los otros arrojaron resultados de 0,17; 0,50; 0,09; 0,46 y 0,07 gramo de alcohol en sangre.
En la misma jornada se hicieron otros testeos, el de Rosatti fue el más alto.
De acuerdo a los estándares mundiales, el estado de ebriedad se define cuando el nivel de alcohol en la sangre es igual o superior a 0,8 gramos por mil.
En declaraciones a la radio Aire Santa Fe, la directora de la Agencia de Seguridad Vial, Antonela Cerutti, explicó que “la agencia trabaja con municipios que tienen grúas y corralones” y, en ese caso, se trasladan los vehículos a los depósitos oficiales de autos. “Cuando esto no ocurre, se pueden tomar algunas medidas cautelares, como ser la cesión del volante a otro conductor que no tenga alcoholemia positiva. Otra medida, que sucede, es la de escoltar al vehículo hasta un domicilio, en caso de que sea cercano, o hasta un lugar seguro que puede ser una estación de servicio, labrándole la prohibición de conducir”.
La funcionaria aclaró que “en todos los casos, la licencia de conducir es retenida preventivamente y cuando el carné llega al juez de faltas, este determina el tiempo en que no podrá conducir, que varía de acuerdo a los antecedentes y puede ser de 15 días a dos años”.
Asimismo, aclaró que, en caso de que no haya una persona cercana, un policía toma el volante y conduce hasta el domicilio de la persona o un lugar seguro, siempre escoltado por móviles de la agencia, tanto delante como atrás. Si bien no aseguró que haya sido el caso de Rosatti, sí dejó entrever que puede haber sido una posibilidad.
Hay otras opciones. “En un operativo en Ceres, con un colectivo que llevaba menores y cuyo conductor no tenía la licencia correspondiente, se consultó a los fiscales de turno, se lo escoltó con niños adentro del vehículo y se aguardó a que un conductor con la licencia correspondiente se hiciera cargo del volante”, recordó Cerutti.
Fuente: La Capital
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