Joda, negociados, corrupción, poco a poco la estructura de Juntos por el Cambio de nuestra provincia empieza a mostrar sus verdaderas intenciones a la hora de anhelar ser gobierno en Santa Fe. El barullo es entre ellos y entre ellos se revolean a sus soldados más ensuciados.
Desde Encuentro Republicano salieron a aclarar que el jefe territorial rosarino, sospechado de quedarse con plata de contratos, trabaja para el diputado radical Galdeano.
El escándalo que detonó una presunta estafa a referentes territoriales de Juntos por el Cambio de parte del dirigente Andrés Chiarello, impactó en el armado santafesino de Miguel Ángel Pichetto de quien Chiarello era su principal figura en Rosario.
Tras la publicación de una nota, fuentes del entorno del ex compañero de fórmula de Macri, aclararon que Chiarello hace dos meses que no forma parte de Encuentro Republicano Federal, el partido de Pichetto, y los únicos referentes en Santa Fe son la diputada provincial Betina Fiorito y Cristian Hoffman. El mes pasado, el ex senador pasó por la provincia y anunció la candidatura a gobernadora de Fiorito para competir dentro de Juntos.
Es que desde el año pasado, Chiarello se puso al frente del armado del “peronismo republicano” para ampliar el frente opositor a justicialistas desencantados con el kirchnerismo. Sin embargo, en ese momento Chiarello trabajaba para Federico Angelini, vicepresidente del PRO, quienes le organizaron el acto de lanzamiento y Pichetto, que no es ningún improvisado, puso en pausa el armado santafesino hasta que pudo acordar con la diputada Fiorito cuando rompió con Amalia Granata.
Luego de las elecciones pasadas, donde Angelini quedó tercero en la interna de Juntos por el Cambio, y la gran sorpresa fue Carolina Losada, Chiarello se fue a trabajar con el diputado Julián Galdeano, quien impulsó a la ex periodista a la política pero seguía diciendo que representaba a Pichetto en Rosario. De esta manera, Galdeano contaba con un aliado estratégico en la mesa de Juntos por el Cambio.
De hecho, el diputado alquiló una coqueta mansión en el microcentro rosarino, que pertenecía al Opus Dei, para convertirla en la casa de Juntos por el Cambio, donde dirigentes radicales y del PRO instalaron sus oficinas, Chiarello era uno de ellos.
Frente a las sospechas de que Chiarello iba a terminar jugando para Galdeano al momento de conformarse las listas, Pichetto decidió apartar al cuestionado dirigente de su espacio y consolidar su marca con la diputada santafesina.
Ahora, cuando varias referentes territoriales que cobraban apenas 20 mil pesos de contratos que rondaban los 220 mil, pusieron el grito en el cielo y generaron un verdadero tembladeral en la casa de Juntos por el Cambio donde por estas horas se define el futuro de Chiarello.
Por lo pronto, desde Encuentro Republicano Federal emitieron un comunicado donde sostienen que “ni la diputada Betina Fiorito, ni el referente nacional Miguel Ángel Pichetto, tienen relación alguna con los hechos de público conocimiento descriptos en un medio gráfico (por LPO), ni con contratos del Concejo Municipal de Rosario”.
Fuente: La Política Online
Para más info: www.expofunes.com.ar