En su primer desembarco en Córdoba desde que es ministro se mostró con productores tamberos, defendió al campo y cenó con la liga de intendentes peronistas que tensiona con Schiaretti.
Durante las horas que Sergio Massa estuvo en Córdoba en la tarde de este viernes, dejó en claro que juega a fondo. Que arrancó el 2023 con una ambición presidencial y que, en esa carrera, al primero que le puede rayar el auto es al gobernador cordobés Juan Schiaretti. En la clara disputa que se abrió entre ambos por el PJ de centro, alejado de las fricciones que le imprimen los sectores más duros del kirchnerismo y de la falta de pragmatismo con la que se mueve el albertismo.
Por lo tanto, la escala en el sudeste mediterráneo, en la cuenca productiva de la provincia que gobierna el peronista más alejado de Casa Rosada, no tuvo nada de improvisación. Con una jornada que incluyó anuncios para el sector lechero, gestos al intendente de Villa María, Martín Gill y un cierre con reunión junto al nutrido grupo de jefes comunales que lidera el ex viceministro de Obras Públicas.
“No es fácil convocar a casi 100 intendentes un 6 de enero. Lo que habla de dos cosas: la expectativa que generó Massa y el trabajo de Martín (Gill)”, aseguró Agustín González, intendente de Cruz Alta y uno de los escoltas del villamariense en este tipo de movidas. Es más, ambos llegaron desde el sudeste hasta la capital cordobesa para buscar a Massa en el aeropuerto capitalino.
En cuanto a la convocatoria en horas de la noche, de la que también participaron integrantes del Frente Renovador cordobés, como Fernando Caubet, algunos sostienen que no se llegó al centenar de intendentes, pero que sí fue buena. Y el mensaje político, como horas antes frente al sector tambero, fue contundente.
En el establecimiento La Ángela, Massa anunció que el Estado nacional destinará 9.160 millones de pesos en subsidios que se distribuirán de acuerdo al promedio de litros de leche vendida por cada productor entre octubre del 2021 y septiembre del 2022.
La medida, se aplicará otorgando una suma fija en pesos por litro durante cuatro meses; y a través de la cual, aquellos que hayan comercializado hasta 1.500 litros por día, recibirán 15 pesos por litro. Y los que hayan comercializado entre 1.501 litros y 5.000 diarios, percibirán 10 pesos por litro. Lo que tendrá como monto máximo de compensación una suma de 600 mil pesos mensuales por productor.
El anuncio fue tomado con buena expectativa en un sector que históricamente mantuvo rispideces con el kirchnerismo. Particularmente, desde la época en la que la secretaria de Comercio la encabezaba Guillermo Moreno cuando estalló el conflicto con el campo en el 2008.
Por lo que, tanto entre la dirigencia política como entre los productores, hubo guiños cruzados cuando Massa dijo: “La Argentina no se construye sobre la base de la pelea entre el campo y la industria, sino en poner más valor agregado para un mundo que pide proteínas”.
Además, en el acto del que también participaron el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo y el ministro de Industria schiarettista, Eduardo Accastello, Massa sostuvo: “enfrentamos los problemas y no hacemos como otros, que solo los relatan”.
En el plano político, quedó bastante clara la alianza de Gill con Massa. Sin animarse a sostener si el intendente de Villa María es más útil para el proyecto presidencial de Massa como candidato a gobernador o encabezando la lista de diputados nacionales, algunos intendentes coincidieron en diálogo con LPO, que el encuentro fue un mensaje potente tanto para Schiaretti como para su candidato a gobernador, Martín Llaryora.
“Queda claro que Gill le va a disputar un espacio fuerte dentro del PJ a Llaryora. Y eso es lo que venimos conversando hace rato con sectores del delasotismo como Natalia (De la Sota), (Angel) Elettore, que ahora Sergio lo sumó a la Casa de la Moneda y más intendentes que reclaman más peronismo en la discusión”, afirmó a LPO un dirigente cercano a Martín Gill.
Natalia de la Sota no fue parte de la reunión, pero son varios los vasos comunicantes con la diputada nacional. Quienes tampoco estuvieron en la gira de Massa fueron el exsenador albertista, Carlos Caserio, ni la camporista Gabriela Estévez. Aunque allí el mensaje es otro. “No estuvieron, pero para nosotros la discusión no está ahí. Está en no ser empleados de Llaryora, sino socios”, reconoció un dirigente del interior que no le cierra la puerta a un acuerdo con el PJ cordobesista. Aunque, imponiendo condiciones.
Fuente: LPO
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