Por su parte, el maíz avanzaba a un máximo de ocho meses y el precio internacional de la soja tocó un nuevo máximo en casi una década, para luego recortar ganancias.
El precio internacional de la soja tocó un nuevo máximo en casi una década este jueves en el Mercado de Chicago, en tanto que el trigo subía por tercer día, escalando su mayor nivel en más de nueve años, mientras que el maíz avanzaba a un máximo de ocho meses.
Esto sucedió tras el ataque de Rusia a Ucrania dado que el conflicto bélico hace temer por el suministro de granos.
Los contratos de mayo 2022 de la soja, que coincide con la cosecha argentina, llegaron a superar los u$s640 en la jornada, aunque en estos momentos cae levemente 0,06% hasta los u$s615,08.
Los que se mantenían firmes eran los precios del trigo, que avanzaba 5,4% hasta los u$s340,24 la tonelada, y del maíz, que ganaba 2,8% hasta los u$s276,86 como resultado de los eventos.
Las fuerzas rusas invadieron Ucrania por tierra, aire y mar, confirmando los peores temores de Occidente con el mayor ataque de un Estado a otro en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
Rusia y Ucrania representan alrededor del 29% de las exportaciones mundiales de trigo, el 19% de los suministros mundiales de maíz y el 80% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol, por lo que los comerciantes temen que el conflicto obstruya el movimiento de las cosechas y desencadenar una disputa de los importadores para sustituir la oferta del Mar Negro.
“El aumento de los precios refleja el temor a una interrupción total de las exportaciones del Mar Negro”, dijo Andree Defois, presidente de la consultora francesa Strategie Grains.
“El problema es que los países importadores todavía tienen necesidades (de trigo), no estamos todavía al final de la campaña. Si vemos que dos o tres millones de toneladas se desplazan a otros orígenes, eso es muy alcista”.
En las últimas semanas los precios de la soja y del maíz se vieron envueltos en fuertes alzas por la restricción de la oferta más que por un incremento en la demanda. Esta restricción fue provocada por el recorte de la cosecha sobre todo en Brasil y Argentina donde la producción se ubica en niveles por debajo de lo esperado como consecuencia de la fuerte sequía que asecha el país en las principales zonas productivas y los incendios forestales.
Rusia además es un importante productor de fertilizantes que contienen potasio, fosfato y nitrógeno: nutrientes para cultivos y suelos. Produce más de 50 millones de toneladas al año de fertilizantes, el 13% del total mundial.
El movimiento de embarcaciones en el Mar de Azov, que es más pequeño, ya se ha suspendido y, si se interrumpen los envíos desde el Mar Negro, los principales importadores, en particular en Medio Oriente y África del Norte, tendrán que luchar para encontrar suministros alternativos.
Ucrania es uno de los cuatro principales exportadores de maíz (maíz) del mundo junto con Estados Unidos, Argentina y Brasil. Los dos países también representan alrededor del 80% de las exportaciones mundiales de aceite de girasol.
El conflicto bélico hace temer por los suministros de granos. La reacción de las materias primas agrícolas no es la única. El inicio de las acciones bélicas sacudió a los precios de todos los commodities. El precio del petróleo subió por encima de los u$s100 dólares el barril por primera vez en siete años.
Fuente: Ámbito.com
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