Liliana, una firma líder de electrodomésticos que se reconvirtió en pandemia y crece con la reactivación

Leonardo Jacobson, socio propietario de la firma junto a sus hermanos Cintia y Fernando, contó a Télam cómo fue el proceso de atravesar primero el proceso de apertura de importaciones entre 2016 y 2019 y luego la pandemia, para lograr reconvertirse, duplicar el personal y proyectar ampliaciones.

La empresa de electrodomésticos Liliana logró duplicar su personal y proyecta ampliaciones después de atravesar la pandemia con una reconversión hacia la fabricación de mascarillas para el personal médico, iniciativa que le permitió mantenerse en pie junto con la ayuda del Estado a través del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) destinado al pago de salarios.

“Tuvimos esa asistencia del Estado que nos permitió sostener esa situación y salir adelante. Dejar el auto regulando, pero en marcha”, explicó Leonardo Jacobson, socio propietario junto a sus hermanos Cintia y Fernando de la empresa familiar con sede en las afueras de la ciudad de Rosario que hoy es líder en el rubro, en una entrevista con Télam.

Tenemos un optimismo implícito con este país. No nos da lo mismo tener 1.100 empleados o 500; alguien me puede decir, ‘pero con 500 estarías más tranquilo’. Tal vez, no sé, pero ver a tanta gente trabajando, que tantas familias puedan tener su ingreso a partir del emprendimiento que uno lleva adelante realmente es muy gratificante“, puntualizó.

A mediados de marzo de 2020, con la puesta en marcha de las medidas de aislamiento destinadas a morigerar el avance del coronavirus en el país, la empresa debió parar temporalmente su producción.

En este contexto, logró reconvertirse y comenzó a producir mascarillas para el personal médico.

“Se nos ocurrió el tema de las máscaras faciales, empezamos a desarrollarlas con la Municipalidad de Rosario, la provincia de Santa Fe y con Nación a ver cuál era el producto que se necesitaba”, contó Jacobson a Télam.

“Comenzamos a vender -aunque donamos más de lo que vendimos-, porque era nuestro único ingreso para pagar los sueldos”, recordó.

“Entonces recibimos los ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) cuando teníamos la fábrica cerrada y no sabíamos qué hacer con la estructura que teníamos, de 800 personas”, reconstruyó.

Un fenómeno social, también asociado a la pandemia, contribuyó a enfrentar la crisis: el boom de consumo de electrodomésticos de sectores con capacidad de ahorro, excedente que también se volcó a otros rubros como ferreterías y pinturas.

“El que iba al cine o salía a comer se encontraba con ese dinero y decía ‘qué hago’. Y estaba encerrado en su casa, entonces veía la tostadora viejita, o la pava, y la cambiaba. Explotó la venta de la batidora al 120 por ciento”, señaló Jacobson.

Y completó: “Se vio una explosión en el segundo semestre (de 2020), y ahí obviamente empezamos a remontar volúmenes de producción. Fue lo raro y lo loco de la pandemia”.

El empresario recordó que, antes de los desafíos que planteó la pandemia de coronavirus, la empresa logró “sobrevivir” al proceso de apertura de importaciones registrado entre 2016 y 2019 durante el gobierno de Mauricio Macri.

“Hubo un cambio de políticas importantes y tuvimos que adaptarnos a ese contexto: mantener algunos productos (de fabricación local) y comenzar a importar otros”, explicó en diálogo con esta agencia.

Sin embargo, Jacobson advirtió que “el principal problema” de esa etapa fue la caída del consumo. “Ya no se vendía ni el importado ni el nacional”, dijo, y recordó que la planta en la ciudad de Rosario se puso “en modo supervivencia” con 550 empleados.

“Otro rasgo que tiene esta empresa es que cuando ve una oportunidad de crecimiento salimos a buscarla, por eso hoy tenemos más de 1.100 personas”, añadió.

Fuente: Telam

Para más info: www.expofunes.com.ar

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