El caso llegó a las oficinas de la Justicia Federal, donde aparentemente, será tomado de oficio por una Fiscalía.
Este caso nos remonta al comienzo del ASPO (Asilamiento Social Preventivo y Obligatorio), aquel fatídico marzo de 2020, épocas en que para circular se debía gestionar un permiso o ser Personal Esencial. En aquel entonces los municipios o comunas en conjunto con policías realizaban operativos de control vehicular exhaustivos, a punto que, de no poseer los permisos correspondientes, el auto era remitido a un corralón y allí debía esperar a que la Justicia dicte la pena correspondiente al conductor, ya que esto violaba un Decreto Presidencial y conformaba por lo tanto una Causa Federal.
El caso.
Los autos que eran retenidos en la Autopista Rosario-BSAS a la altura de Alvear corrían una suerte más benevolente: concurriendo el conductor que infringió el Decreto Presidencial al corralón comunal de Alvear, con la módica suma de $30.000 recuperaba “Ipso Facto” su vehículo incautado, y todos contentos.
Visibilidad casual.
Este mecanismo tomo estado visible cuando una trabajadora precarizada de la Comuna de Alvear (tercerizada mediante una Cooperativa de Trabajo de San Lorenzo) fue despedida, esta trabajadora tenía en su poder fotos de actas del libro de asiento de ingresos del corralón comunal donde constaban autos que, habiendo siendo remitidos allí durante la ASPO, no estaban en el lugar, y deberían haber estado, ya que la Justicia (que tenía que dictar condena al conductor antes de sacar su auto) estaba cerrada como parte del paquete de medidas para prevenir el COVID19.
La Denuncia.
Esta trabajadora despedida comienza a contar por el pueblo los manejos ilegales que se estaban dando en el corralón comunal, mostrando las fotos de las actas con los vehículos y las patentes asentadas, autos que ya no se encontraban en el lugar. Esto llega a oídos de Oscar Montagni, ex Presidente Comunal de la localidad y actual Miembro Comunal por la minoría, quien pide ver el libro de asiento. Al llegar al corralón constata que las hojas que tenía fotografiada la trabajadora despedida habían sido arrancadas del libro. Según la el Presidente Comunal, Leandro Tabares, el libro fue “vandalizado” y realizó la denuncia policial por el hecho. Llamativo tipo de “vandalismo”.
La complicidad.
Montagni intentó seguir el camino de la denuncia y llevó el caso a la Secretaría de Municipios y Comunas de la Provincia, lugar en que la causa fue detenida, hubo una comunicación con la Comuna en la que las autoridades comunales hacen referencia al “vandalismo selectivo” sufrido por el libro de asiento del corralón, y las autoridades provinciales les creyeron.
De Oficio.
Recientemente esta irregularidad llegó a oficinas de la Justicia Federal y allí, aparentemente, un Fiscal se interesó en el asunto y habría iniciado a una investigación de oficio sobre el caso que ya estaría en marcha. Nuestra fuente no puede revelar más datos al respecto ya que podría verse entorpecida la investigación.