“Me han contado estos días sobre uno que quedó segundo, no sé dónde… Había un ganador y uno que ha llegado segundo. Es normal que cuando uno llega segundo, hace pucheros, está triste y no digo llegar a tirar la medalla, pero hay ganas de hacerlo. En cambio, él ha besado la medalla”, señaló el Sumo Pontífice en clara referencia a Guardiola. Sus palabras fueron al recibir en el Vaticano a la Federación Italiana de Baloncesto.
El Papa utilizó el ejemplo de Guardiola para enaltecer los valores más allá de una caída. De poder tomar lo ocurrido como aprendizaje y cómo se enriquece el deportista en esas instancias a pesar del lamento y la frustración de no haber podido plasmar un objetivo, que puede llegar a ser la cúspide en un proyecto como el que Pep realizó en el equipo inglés.
Francisco es un amante del fútbol y reconocido aficionado de San Lorenzo, desde sus épocas de Arzobispo de Buenos Aires, cuando aún era llamado por su nombre, Jorge Bergoglio. Suele estar pendiente de la redonda y recibió en el Vaticano a varios jugadores de primer nivel o figuras que ya colgaron los botines, entre ellos el recordado Diego Armando Maradona. También a estrellas de distintas disciplinas.
En su discurso, Francisco profundizó sobre la relación entre la Iglesia y el mundo del deporte puntualizando que este vínculo siempre “se cultivó con la conciencia de que ambos, de diferentes maneras, están al servicio del crecimiento integral de la persona y pueden ofrecer una preciosa contribución a nuestra sociedad”.
Fuente: Marca Infobae Tyc sport
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