El hoy inaugurado gasoducto permitirá reducir el nivel de importaciones al lograr el abastecimiento de gas en el mercado interno. El siguiente paso es la exportación con la finalidad de que sea una nueva entrada de dólares
Con la puesta en marcha de la primera etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), especialistas estimaron que el país ahorrará entre USD 4.000 y 4.300 millones en la importación de gas licuado (GNL) durante un año completo y calcularon un ingreso potencial de divisas anuales de más de 37.500 millones de dólares.
Además, auguraron una recuperación en la balanza comercial energética y destacaron que por cada peso invertido en la construcción del GPNK, que le sumó 0,4% al PBI, se generaron $0,74 adicionales en el resto de la economía. “El gas de Vaca Muerta nos va a permitir la electricidad en Argentina sea más barata y que las pymes puedan competir mejor”, enfatizó el ministro de Economía, Sergio Massa.
El aniversario del Día de la Independencia coincidió con la inauguración de los primeros 573 kilómetros del gasoducto que une las ciudades de Tratayén, en la provincia de Neuquén, y Salliqueló, al oeste bonaerense. El lema que eligieron el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta Cristina Kirchner y Massa, también precandidato a la Presidencia, fue la “soberanía energética” como motor de crecimiento económico.
De hecho, una de las promesas más importantes que trae el GPNK es el “cambio de matriz energética”. De acuerdo a un informe del Centro de Economía Política (CEPA), esta obra “no solo permitiría suplir el declino de la producción convencional, sino también revertir la balanza comercial energética: pasar de un escenario de importación al autoabastecimiento y capacidad exportadora”.
“Con este gasoducto vamos a ahorrar el 50%, unos 4.200 millones de dólares menos de los 8700 millones de dólares que estamos pagando, con lo cual nos quedan más de 4000 millones de dólares de balanza negativa. Ninguna empresa estatal provocó la balanza negativa”, calculó la vicepresidenta Cristina Kirchner durante su discurso en la inauguración del GPNK.
Tanto Kirchner como Massa señalaron que la puesta en marcha del gasoducto es la “coronación” de un proceso que empezó con la reestatización de YPF en 2012 y señalaron que parte del financiamiento de la obra salió del aporte solidario a las grandes fortunas aprobado por el Congreso en 2020.
Una vez cubierta la demanda interna de gas para los hogares y la industria con el fin de la importación, el paso siguiente será la exportación de gas a los países limítrofes. En ese sentido, CEPA estimó “un ingreso potencial de divisas de más de 37.500 millones de dólares al año”. Fundamental, para evitar depender únicamente del campo como generador de divisas.
Además, Massa remarcó que en diciembre de 2022 el Fondo Monetario Internacional (FMI) “pedía que se parara la construcción del gasoducto”, mientras el Gobierno aguarda por el cierre de un nuevo acuerdo que les permita acceder a nuevos desembolsos.
Por otra parte, la inversión de USD 2.524 millones realizada para construir el GPNK representó un incremento del 0,4% del PBI argentino en 2022 y un 1,2% del Producto Bruto Geográfico conjunto de Neuquén, Río Negro, La Pampa y Buenos Aires, según un estudio elaborado por Enarca y la facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
El mismo informe determinó que por cada peso ($310.000 millones de pesos en total) se generaron $0,74 adicionales en el resto de la economía durante el proceso de concreción de la obra, siendo las áreas más beneficiadas la industria manufacturera, la construcción, la explotación de minas y canteras y el comercio.
Fuente: BAE Negocios
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