El avance de la contaminación en los cursos de agua que atraviesan barrios emblemáticos de la ciudad genera preocupación e indignación entre vecinos, para los cuales esta situación representa una “alta peligrosidad”.
Nuevamente vuelven a denunciar que en arroyos de Rosario proliferan conexiones clandestinas que contaminan de forma peligrosa las aguas, sobre todo en el Ludueña y en el Saladillo, aunque también en los canales Salvat e Ibarlucea. Apuntan a que se armaron cloacas a cielo abierto en medio de los barrios de la ciudad y que “nadie hace nada”.
A simple vista se ven las conexiones ilegales, manchas de residuos industriales, basura, espuma blanca y, sobre todo, un olor insoportable que rápidamente indica el nivel de contaminación del agua
Se trata de un reclamo histórico y reiterado por parte de quienes residen en la zona. El hecho de tener que convivir con el olor a residuo cloacal es una queja que no pierde vigencia y que nunca termina de solucionarse.
Se trata de uno de los cursos de agua más emblemáticos de la ciudad en el que se detectaron manchas oscuras cuando la bajante del río Paraná llegó a niveles récord. Tras la denuncia de las vecinales, se pudo detectar que el Shopping Fisherton Plaza Open Mall -ubicado frente al Aeropuerto Internacional de Rosario- arrojaba sus desagües pluviales y que drena a la altura del Golf Club.
La empresa Aguas Santafesinas (Assa) tomó muestras del arroyo, en el marco de un estudio de impacto ambiental, y constató que se estaban arrojando efluentes cloacales sin realizar el tratamiento. Esto derivó en que la Provincia intime al barrio privado y al shopping para que regularicen su situación.
Fuente: Mirador Provincial
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