Los empresarios radicados en el parque industrial de Carcarañá, ubicado a unos 45 kilómetros al oeste de Rosario, expresaron su preocupación por la imparable ola de robos de cables de energía eléctrica que constantemente los deja sin servicio, una situación que no solo provoca un lucro cesante cada vez más difícil de contrarrestar en estos tiempos de crisis económica, sino daños a nivel tecnológico porque quedan fuera de servicios servidores informáticos, cámaras de vigilancia, alarmas y maquinarias afectadas a la producción.
“Los robos son afuera del predio. Atrás nuestro hay un paso de trenes, y toda la instalación va en paralelo al ferrocarril, hay en el medio un alambrado. En ese lugar son los robos. Estamos pensando en poner seguridad privada, pero la EPE debería poner más seguridad ahí, ellos están perdiendo un montón de plata con estos robos. Se han llevado kilómetros de cables. La última vez se robaron 3 kilómetros de cables. Con las pérdidas millonarias que tiene, por qué la EPE tarda tanto en tomar cartas en el asunto. Los cortes de energía afectan a todo el predio, todos nos quedamos sin luz ”, subrayó una de las referentes del desarrollo industrial.
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