Villa Constitución, ingresan a una escuela y se roban hasta la campana del recreo

Delincuentes violentaron las ventanas del establecimiento educativo y sustrajeron un televisor, un ventilador y la campana que marcaba el inicio de clases, donación de un jefe ferroviario y que estaba en la institución desde hacía 30 años.

La escuela Divino Maestro, situada en barrio Amelong, se sumó a la lista de instituciones educativas que fueron víctimas de los delincuentes que a veces causan más perjuicio por el daño que provocan en las instalaciones que por el valor de lo que roban. La directora del establecimiento, Mariela Petacci, estimó que los malvivientes ingresaron entre el domingo y el martes de la semana pasada, situación fue advertida por la persona que está realizando trabajos de mantenimiento aprovechando el receso vacacional.

Los ladrones ingresaron violentando una ventana y la reja que la protegía, abertura que da a la calle Ejército de los Andes. “Se llevaron un televisor del nivel inicial que lo habíamos comprado con mucho esfuerzo porque nosotros siempre hacemos festivales, cosas y tratamos que lo que se recaude sea para los chicos; les hacía falta, hacía mucho que lo pedían las docentes y duró poco”, lamentó la Directora y agregó: “ya lo repondremos, en algún momento, cuando se pueda”.

La docente señaló que en su búsqueda de más objetos de valor los ladrones intentaron forzar una puerta y barretearon la reja de otra ventana para ingresar a los salones. “Levantaron la persiana, estaba todo dado vuelta, en un armario rompieron el candadito, nos dimos cuenta después que también faltaba un ventilador. No sabemos si cuando vengan las asistentes escolares notarán que falta otra cosa más”, detalló. Además, “habían preparado muchas pizzeras, no se las llevaron, pero estaban ahí, apiladas”.

“Es lamentable, tanto en esta, como en otras escuelas en que ha pasado, todos saben que lo hacemos con mucho esfuerzo”, expresó con dolor Petacci. Entre los objetos que se llevaron los delincuentes se encuentra una campana, cuya desaparición es lo que “más tristeza nos causó”, aseguró. “Era parte de la identidad, esa campana hacia más de 30 años que estaba en la escuela, la había donado el suegro de una docente que era jefe ferroviario de Laguna Paiva. Siempre estuvo acá, nunca nos imaginamos que se iban a llevar la campana”.

Fuente: El Sur Diario

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