Una bomba explotó frente al consulado ruso que está en esa zona comercial, y las autoridades no lo confirmaron, pero se cree que la hizo detonar un suicida. “Fue un vil atentado”, dijo Erdogan.
Una explosión ya adjudicada a manos terroristas sacudió este domingo una zona comercial de Estambul, en momentos en que el lugar estaba repleto de gente, y el balance de víctimas inicial habla de 6 muertos y más de 50 heridos, cifras confirmadas por el propio presidente Recep Erdogan,
“Fue un vil atentado”, dijo el mandatario turco en su cuenta de Twitter, prometiendo que los responsables del ataque “serán desenmascarados y castigados como corresponde”. La bomba explotó en la calle comercial de Istiklal, una zona que los domingos tiene circulación peatonal y está en centro de Estambul. A pocos metros del lugar se encuentra el consulado ruso.
Según precisó Erdogan, de las seis víctimas fatales, cuatro murieron en el lugar del ataque y otras dos en el hospital, mientras que ya se confirmaron 53 heridos. Por su parte, el gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya, reportó que los heridos están siendo tratados y también confirmó el número de fallecidos.
Actualmente, la agencia de noticias Anadolu informó que cinco fiscales ya se encuentran asignados a la investigación de la explosión, la cual tuvo lugar en una calle extremadamente concurrida, con varias tiendas y restaurantes, la cual suele ser frecuentada por los turistas.
A su vez, el organismo de control de los medios en Turquía impuso una prohibición temporal al respecto de emitir información e imágenes sobre el momento de la explosión o sus consecuencias. En el pasado, la Justa Suprema de Radio y Televisión ha aplicado restricciones similares.
Si bien aún no se conoce información certera sobre la forma en la que se produjo la explosión, según informó el medio La Vanguardia, la detonación habría provenido de una bolsa abandonada frente a una de las tiendas de la avenida.
Lamentablemente, Estambul ha sufrido varios atentados en su historia. Uno de ellos ocurrió en marzo del 2016 en la misma calle, Istiklal, cuando se produjo una explosión similar producto de un atentado suicida que fue reivindicado por el Estado Islámico. El mismo acabo con la vida de un turista iraní y tres israelíes.
Posteriormente, en diciembre de ese mismo año, se produjo un nuevo atentado en el estadio de Besiktas, el cual dejó un saldo de 38 muertos.
A su vez, entre 2015 y 2017, Turquía sufrió una ola de atentados, siendo el Estado Islámico el responsable de las gran mayoría de ellos. El mayor se produjo el 10 de diciembre de 2015, frente a la estación de tren de la capital, donde dos explosiones atribuidas al IS dejaron un saldo 109 muertos y más de 500 heridos.
En una comparecencia extraordinaria, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha explicado que cuatro personas murieron en el lugar de los hechos y otras dos, tras ser trasladadas al hospital. Además añadió que “el Estado encontrará a los organizadores de este ataque terrorista”.
Fuente: La Vanguardia / Perfil
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