La construcción sigue en auge: ya sea una casa nueva o una pequeña remodelación, el sector se mantiene dinámico. Sin embargo, a la hora de la compra de los insumos, crece el público dispuesto a resignar tendencia frente a tener un mejor precio.
Elegir remanentes o diseños de otras temporadas puede abaratar más de un tercio el costo total de la obra.
En un contexto económico de incertidumbre, la construcción continua motorizando la economía. Parte de esta dinámica está relacionada con el crecimiento de la brecha en entre el dólar oficial y el blue ya que, la mayoría de los costos de la construcción son en pesos y la actividad del dólar paralelo logra que quienes disponen de esta moneda, vean una reducción significativa del costo, lo que genera valores muy competitivos.
Refaccionar, ampliar, o incluso construir casas desde los cimientos son algunos de los proyectos que se reactivaron, realizando obras que no se ejecutaron en tiempos de pandemia. Sin embargo, así como sucede en otras industrias, actualmente hay un gran público interesado en abaratar los costos y para ello recurren a productos de temporadas anteriores o segunda selección.
Otra modalidad muy valorada para resguardar el bolsillo es congelar el precio de los materiales a través del acopio, es decir, el cliente compra y tiene un plazo de un año para retirar o solicitar entregas de forma parcial, sin necesidad de tener un espacio propio para el almacenamiento en su obra. Cuidando ciertas particularidades como la planificación, elección de productos y futuro traslado, esta opción puede resultar exitosa para abaratar un proyecto.
A la hora de ahorrar, la lupa se pone en todos los detalles, desde los pequeños detalles hasta los productos más costosos. Pero atención: ya sean de primera o segunda selección, comprar materiales siempre requiere de asesoramiento profesional, ya que, elegir materiales de construcción óptimos puede evitar muchas deficiencias al final de cualquier obra. Es importante verificar que éstos sean duraderos, que cumplan con las normativas pertinentes, de alta funcionalidad, seguros y que logren revalorizar todo tipo de propiedad.
La compra de materiales es la principal variable que mueve hacia arriba o abajo el presupuesto total de una obra. En pos de ahorrar y optimizar costos, cada vez más es la gente que, en determinados espacios que no están tan expuestos como dormitorios, placares o lavaderos eligen terminaciones por precio más que por las tendencias que marcan los estudios de ambientación.
Fuente: Los Andes
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